martes, 9 de enero de 2018

1RA. REYES

«¡NO ME IMPORTA lo que diga la gente, voy a hacerlo!» le grita a su madre mientras sale de la casa como un torbellino.

Esta es una escena familiar de nuestra sociedad. Las palabras cambian, pero el mensaje esencial es el mismo... la persona no está dispuesta a escuchar el consejo debido a que su mente no lo está. Pueden buscarse algunos consejos, pero sólo se les presta atención si refuerzan la decisión que ya se ha tomado antes o si es un camino más fácil. El rechazar la ayuda y el hacer las cosas a nuestro modo es propio de la naturaleza humana.

Un enfoque mucho más sabio es buscar, escuchar y prestar atención a los buenos consejos. Salomón, el hombre más sabio del mundo, nos invita a hacer esto en Proverbios (véanse 11.14; 15.22; 24.6). ¡Qué ironía! su hijo y sucesor Roboam, hace todo lo contrario: escucha los consejos necios que resultan en consecuencias devastadoras. Cuando Roboam tomó posesión de su cargo, el pueblo le pidió que fuera un gobernante generoso y bueno. Los ancianos le aconsejaron: «Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre» (12.7). Pero Roboam estuvo de acuerdo con las palabras crueles de sus amigos que lo incitaron a ser duro. Como consecuencia de ello, Roboam divide el reino. Aprenda del error de Roboam. Comprométase a buscar y seguir los consejos sabios.

Los principales sucesos en 1 Reyes son la muerte de David, el reinado de Salomón, la división del reino, y el ministerio de Elías. Cuando Salomón sube al trono, David lo exhorta a obedecer las leyes de Dios y a andar «en sus caminos» (2.3). Esto mismo hizo Salomón: cuando se le dio la oportunidad de escoger regalos provenientes de Dios, humildemente pidió discernimiento (3.9). Por tal motivo, el reinado de Salomón comienza con gran éxito, incluyendo la construcción del templo, su más grande logro. Desafortunadamente, Salomón tuvo muchas esposas y concubinas paganas que a la larga hicieron que su corazón se apartara del Señor y se acercara a sus dioses falsos (11.1-4).

Roboam sucede a Salomón y tiene la oportunidad de ser un rey justo, compasivo y sabio. Pero por el contrario, acepta el mal consejo de sus amigos jóvenes y trata de reinar con mano de hierro. Pero el pueblo se rebela, y el reino se divide en diez tribus al norte (Israel), gobernadas por Jeroboam, y sólo Judá y Benjamín permanecen con Roboam. Ambos reinos forjan una senda de reyes corruptos e idólatras en que sólo la voz clara de los profetas continuamente advierten a la nación que deben regresar a Dios.

Elías es con seguridad uno de los más grandes profetas que han existido, y los capítulos 17 al 22 ilustran su conflicto con los malvados Acab y Jezabel en Israel. En uno de los más dramáticos enfrentamientos en la historia, Elías derrota a los profetas de Baal en el Monte Carmelo. A pesar de una oposición increíble, Elías se pone de parte de Dios y prueba que uno más Dios es mayoría. Si Dios está de parte nuestra, nadie podrá estar en contra nuestra (Rom_8:31).

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